jueves, 28 de enero de 2010
La letra pequeña de la vida
¿Alguna vez se detiene a leer la letra pequeña de documentos, solicitudes, suscripciones, contratación de productos...? El tiempo es oro y nadie está dispuesto a emplear diez minutos intentando descifrar el significado de ese ladrillo de texto plagado de términos jurídicos. Hoy se celebra la cuarta edición del Día de europeo de la protección de datos.
El 73,9 por ciento de los ciudadanos se muestra preocupado por la protección de su privacidad, según se desprende del barómetro del CIS. En 2009 el número de reclamaciones planteadas ante la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos) se incrementó en un 75 por ciento, llegando a superar las 4.100.
Por supuesto el auge de las nuevas tecnologías y de internet es una puerta abierta a la intromisión en la vida privada del individuo si no se toma la cautela precisa. El pasado año se interpusieron las primeras denuncias relacionadas con las redes sociales y la suplantación de identidad o la publicación de fotos sin consentimiento.
A continuación algunas de las recomendaciones que difunde hoy la AEPD:
-Garantice la seguridad de su información mediante una configuración adecuada de su perfil en las redes sociales. No publicar excesiva información personal
- En Internet no todo el mundo es quien dice ser.
- Cuidado al publicar información relativa a los lugares en que el usuario o un tercero se encuentra en todo momento.
- Navegue con los menores
- Cuando envíe mensajes de correo a una variedad de destinatarios, utilice el campo "Con Copia Oculta (CCO)".
- Comercio y Banca electrónica. Antes de aportara datos personales asegúrese de que se ha establecido una conexión segura con el portal.
- No conteste al Spam.
- Lea a las Políticas de Privacidad y las Condiciones de Cancelación.
miércoles, 27 de enero de 2010
El" frasario" de Prada
Lo mejor de Juan Manuel de Prada durante su intervención en el máster de ABC.
-La derecha es un sucedáneo ligero de calorías, como la cerveza sin alcohol o el chuletón vegetariano. La derecha no es capaz de defender lo suyo.
-No confundir conservador con tradicional. El conservador aparenta resistir al tiempo sin cambios, pero interiormente vacía las tradiciones de contenido, las esclerotiza.
-El ateísmo no existe. Como dice la Biblia, el gran pecado es la idolatría.
-Dejé de colaborar con L´Osservatore Romano por el revuelo que se montó a raíz del artículo El Papa no viste de Prada. El que escribe para este diario es el negro del Papa.
-Coños (Salamanca, 1994) es una ficción en la que se homenajea Senos de Ramón Gómez de la Serna. Cuando la publiqué no había catado un coño en mi vida.
- El comunismo es una herejía del cristianismo.
-El e-book es la yogurtera de hace 25 años.
-Si el Estado vigila internet, la vida será un Gran Hermano
martes, 26 de enero de 2010
"Hoy la censura es más eficaz que nunca"
«Las buenas intenciones y la vocación de los periodistas son pisoteadas diariamente por los tentáculos del poder». Sin pelos en la lengua, repanchingado en la silla y con un botón de la camisa desabrochado por efecto de su corpulencia, Juan Manuel de Prada (Baracaldo, 1970) diagnostica el estado del periodismo y recalca que hoy la censura está más viva que nunca.
La sociedad vive en un letargo en el que el control más férreo se disfraza de independencia y los incautos, que creen disfrutar de la libertad, se infligen inconscientemente la autocensura, según afirma el escritor, durante su intervención en el coloquio con los alumnos del máster de ABC.
Originariamente el periodismo se ha concebido como un alumbramiento de la realidad, pero la herramienta esencial para su ejercicio ha sufrido una transformación. «La palabra, cuya misión primitiva, era el envío ha pasado a ser diabólica y engañosa».
En cuanto al impacto de las nuevas tecnologías en los medios de comunicación, el columnista de ABC niega que el soporte papel esté destinado a perecer, puesto que ofrece una experiencia sensitiva muy diferente a la digital. ¿Dónde quedará aquello de oler un libro, tocarlo, doblar las esquinas de aquellas páginas donde nos detuvimos más, descubrir la huella que imprime cada una de las manos por las que pasó el ejemplar? reflexiona pausado y reflexivo de Prada.
Tampoco le inquieta la piratería, «el derecho de autor es sólo una ficción política».
El próximo jueves presenta «Lágrimas en la lluvia», una recopilación de sus críticas literarias y cinematográficas de los últimos años. ¿Quién va impedir que el libro pase de unos a otros? ¿Acaso los juglares del siglo XII no se transmitían los conocimientos?, se pregunta.
De cualquier forma, como dijo George Bernard Shaw, convendría vivir 300 años para llegar a ser adulto y comprobar si la revolución -en este caso tecnológica- ha funcionado.
lunes, 25 de enero de 2010
La desdramatización de una hecatombe
El estallido de la bomba atómica guarda sigilo. Los menos afectados se avergüenzan ante los que muestran su piel calcinada y lacerada. Los supervivientes rehúyen de este epíteto y piden disculpas a los cadáveres esparcidos por el suelo mientras los sortean para desplazarse y brindar su ayuda. Así es el retrato que esboza John Hersey, en Hiroshima (1946). El escritor de origen chino conocido ya por sus novelas La pared, El amante de la guerra, El comprador de niños o Una campana para Adano -premiada con el Pulitzer- se desplaza a la ciudad japonesa como testigo, con la mente fría, el lápiz afilado y con el objetivo de ocultar los porqués en el cómo. Le sobran los adjetivos comprometidos para expresar ideología de fondo, nunca juicios gratuitos.
Apartado de todo sensacionalismo, con un estilo directo, sereno y sensible a los detalles, narra la vida de seis hibakushas –supervivientes a la bomba atómica- antes, durante y después del estallido de la bomba. Su mirada no queda obnubilada en los estragos del fuego y la radiación sino en el temible efecto de éstos en el cuerpo humano. No permite que el hombre quede invisible tras la opaca cortina de humo, polvo y niebla.
Su obra se publicó por vez primera en la revista The New Yorker en tres partes, aunque los editores decidieron imprimirla íntegramente el 31 de agosto de 1946, consumiendo prácticamente todo el espacio editorial de aquel número. Hersey no se desentenderá de su labor en Hiroshima tan fácilmente y cuarenta años después, retoma el hilo para averiguar el porvenir que les esperaba a los seis protagonistas.
Hiroshima reemplaza ahora la voz de Tsutomu Yamaguchi, el último superviviente oficial a las dos bombas atómicas, que se apagó para siempre el pasado 4 de enero. Su novela se cuela entre las miles de imágenes que persiguen a este hecho en las que sólo se aprecian daños materiales. Da fe de que debajo de la bomba perecían personas, no sólo edificios.
A diferencia de otras obras como Sol Rojo sobre Hiroshima (Mario Escobar, 2009) Hersey no permite que su novela se convierta en un cúmulo polvoriento de documentación de archivo y biblioteca. Tampoco cae en el otro extremo; la ficción. En Hiroshima no se añade ni un punto de más. En oposición a su Joe ya está en casa en el que se inventa un personaje que aúna los rasgos y las historias de muchos soldados reales, en sus líneas para The New Yorker se ve obligado a aferrarse a la más pulcra objetividad. Su renuncia a la construcción simbólica, a la intención de difundir “una lección de la vida” también deja entrever su alejamiento de cualquier propósito novelizante. Contaba con que su obra no frenaría la carrera nuclear, aunque por lo menos logró despertar la conciencia de los estadounidenses a los horrores de la guerra atómica.
viernes, 22 de enero de 2010
Cómo dar la vuelta a la información
Hace justo una semana, exponía el caso del republicano Scott Brown y su desnudo en la revista Cosmopolitan en 1982. El equipo de su contricante, la demócrata Martha Coakley, sacó a la luz aquellas fotografías durante la campaña electoral. Ayer jueves, se desveló que será Brown el que finalmente ocupe el escaño del fallecido Ted Kennedy, bajo el dominio de los democrátas desde 1952.
El corresponsal de El País en EEUU, Antonio Caño, se extralimita en sus funciones interpretando el resultado de las elecciones, calificando al vencedor como "un populista sin identificación ideológica" y haciendo hincapié en que para costearse la matrícula posó desnudo para una revista. Bajo el titular "En cueros para hacer carrera" y una amplia fotografía -la que se incluyó en este blog-, El País recalca que "el hombre más sexy de EEUU" ha sido el más votado en Massachusetts.
Ningún otro diario de tirada nacional se molestó en restregar los trapos sucio de Brown por la cara de los lectores como el diario de Prisa. Tanto ABC, como El Mundo o Público titularon sus informaciones con lo que es información y no con elucubraciones.
- "Debacle demócrata en Massachusetts", titulaba El Mundo.
- "Derrota demócrata en Massachusetts pone a Obama al borde de una crisis política", ABC.
- "Pánico demócrata tras la derrota de Massachusetts", Público.
El País le da la vuelta a la noticia -el descalabro de los demócratas- y resalta que la victoria republicana es sólo relativa y que ni mucho menos es la prueba de la buena salud del Partido Republicano ni una garantía de sus éxitos futuros. "Un éxito relativo de los republicanos".
Oiga usted, ocúpese de poner el foco en lo que realmente trasciende y no conjeture ya desde el titular. ¿Que ha sido una llamada de atención a Obama? Por supuesto -léase mi post del 1 de diciembre-. ¿Que su misión es informar y no vapulear a los republicanos? También. Y si le resulta tan curioso el que gane un sujeto"que ha hecho su carrera en cueros", ¿por qué no reflexiona sobre las cualidades de su querida candidata demócrata? Ya es triste que le gane hasta un populista sin ideología, según dicen ustedes.
*Algunos dirán que en otros diarios, la táctica de dar la vuelta a una noticia o hacer pasar por información lo que es interpretación empapa diariamente sus páginas. Cierto. Pero creo que a un periódico de referencia tanto a nivel nacional como internacional le debemos exigir algo más. Procuremos que el quehacer diario de la publicación nacional más rigurosa no se contamine de las rutinas que rigen el resto.
viernes, 15 de enero de 2010
Las debilidades carnales de los políticos
Durante el día, la clase política, ataviada con su mejor traje, bufanda de cashmere y maletín de cuero en mano, muestra su lado más recto. La mayoría comienza la jornada practicando footing, el mejor antídoto para hacer frente al estrés que les espera. Antes de quedar atrapados en reuniones interminables, toman café en sus despachos mientras contemplan la foto de familia que preside la mesa de trabajo. Horas después, cuando cae la noche, el nudo de la corbata comienza a aflojarse, el móvil está apagado o fuera de cobertura y olvidan quiénes son. Nunca reparan en que sus pasos por el sendero de la lujuria y el placer carnal pueden truncar sus carreras profesionales, sobre todo, si enarbolan valores tradicionales y su libro de mesilla es la Bilblia.
Ferviente protestante, diputada en Wenmister y famosa por su extremismo religioso y sus puritanas costumbres. Éste es perfil de Iris Ribinson, la esposa del ministro principal de Irlanda del Norte, que mantuvo una relación paralela con un joven 40 años menor que ella al que le concedió los fondos y la licencia para montar una cafetería en Belfast. Los escarceos de la ardiente beata que no predica con el ejemplo han apartado del cargo durante seis meses a su cónyuge Peter Robinson, que por cierto, ha instaurado una nueva modalidad de dimisión; la provisional.
El impacto de los devaneos del poder en el electorado difiere en función del escenario mundial en que acontezcan.
En EEUU, una sociedad impregnada por los valores del puritanismo y donde se desayuna leyendo el escándalo del día, los escarceos sexuales suelen pasar factura.
Al senador estadounidense Larry Craig no le quedó más remedio que agachar la cabeza y despedirse de su escaño, cuando en 2007 fue pillado 'in fraganti' en un baño público del aeropuerto internacional de Minneapolis, frecuentado por homosexuales. El 54 gobernador de Nueva York, Elliot Spitzer, dimitió en 2008 tras descubrirse sus aventuras sexuales con un selecto club de prostitución a este lado del Atlántico. Los responsables de la campaña del candidato republicano a senador Scott Brown, lejos de amedrentarse tras que sus adversarios políticos revivieran el posado en cueros del candidato hace 26 años para la revista Cosmopolitan, han sabido aprovechar el alboroto mediático. “Vote por Brown. Él sí que tiene un “paquete” de estímulo” rezaba uno de los carteles de propaganda electoral. El próximo 17 de enero se desvelará si el “hombre más sexy de EEUU” en los años 80 sustituye al demócrata Ted Kennedy, fallecido el pasado agosto.
A pesar de la fuerza con la que calan las debilidades carnales del poder en la conciencia estadounidense colectiva, el ex presidente Bill Clinton, logró salvar el pellejo y mantenerse en el cargo después de que salieran a luz sus intercambios orales con la becaria Mónica Lewinsky. Durante la campaña electoral de su mujer Hillary, Bill volvió a dar rienda suelta a su pasión y mantuvo otra relación extramarital durante varios meses, según la publicación The Atlantic.
Los líos de falda causan tanta expectación que el mítico Larry Flint dueño de la publicación pornográfica Hustler, ofreció en 2007 un millón de dólares, a quien se hubiera acostado con un político y lo contase para su revista.
En la Italia de Berlusconi, la sociedad no parece tener demasiado en cuenta la libido desmesurada de Il Cavaliere. Tras presentar a modelos en las listas de su partido para las elecciones europeas y celebrar fiestas privadas con jovencitas ligeras de ropa en su mansión de Cerdeña, los italianos no tienen ningún reparo en continuar respaldando al presidente de la República.
En nuestro país, los escándalos de la clase política son infrecuentes y no se conoce ningún caso en el que un affaire les haya destronado de su cargo. El último lío de cama que se recuerda es el del ex presidente del Gobierno José María Aznar al que los rumores le adjudicaban la paternidad del bebé de la ex ministra francesa de Justicia Rachida Dati. Pero a él ya poco le podía afectar.
jueves, 14 de enero de 2010
Teoría de la conspiración
lunes, 4 de enero de 2010
África y "el continente negro"
El pasado sábado 2 de enero, un reportaje sobre el próximo Mundial de fútbol en Suráfrica abría la seccion Internacional del diario ABC. Su corresponsal en Kenia, Eduardo Molano, se refería a tal acontecimiento como "el primer Mundial que se disputa en el continente negro".
24 horas después, el suplemento D7 -los domingos de ABC- reposaba en los quioscos resguardado de la lluvia entre las páginas del diario. En la contraportada, de nuevo, el periodista Eduardo Molano iniciaba su crónica "Kenia se decora" de la siguiente manera: "Una de las mayores falacias que podemos encontrar en el actual castellano es referirse a la totalidad de África como el continente negro".
¿Es un juego? ¿En qué quedamos?
África Negra -o Subsahariana- alude a todos los países del continente africano con la excepción de aquellos que limitan con el Mar Mediterráneo. Es evidente que en la información sobre el Mundial 2010 se emplea la expresión "continente negro" como sinónimo de "África". Algo absolutamente innecesario puesto que este último término no figura en ninguna ocasión en el texto.
No trataré aquí de dirimir la idoneidad de la expresión. Cierto es que los medios de comunicación emplean indistintamente las dos denominaciones. Ahí no digo nada. Pero que una persona se retracte de lo que enunció el día anterior ya es otra cosa.