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Bajo el lema "La música es cultura", un nutrido grupo de cantantes se concentró el pasado 1 de diciembre frente al Ministerio de Cultura para lloriquear y exigir al Gobierno que remedie su deplorable situación. Sí, es cierto, hoy son pocos los que desembolsan 20 euros para adquirir un CD. Atrás quedaron aquellos maravillosos años en los que los músicos llenaban sus alforjas a base de fijar precios muy elevados. Una vez más, se vuelve a poner de manifiesto que no son capaces de sacarse las castañas del fuego y han de recurrir a papá Estado para cerrar ciertos servicios de Internet.
Bajo el lema "La música es cultura", un nutrido grupo de cantantes se concentró el pasado 1 de diciembre frente al Ministerio de Cultura para lloriquear y exigir al Gobierno que remedie su deplorable situación. Sí, es cierto, hoy son pocos los que desembolsan 20 euros para adquirir un CD. Atrás quedaron aquellos maravillosos años en los que los músicos llenaban sus alforjas a base de fijar precios muy elevados. Una vez más, se vuelve a poner de manifiesto que no son capaces de sacarse las castañas del fuego y han de recurrir a papá Estado para cerrar ciertos servicios de Internet.
Por cierto, ¿qué hace la ex triunfita liderando la concentración si lo único que hace es dar el cante en lugar de cantar?
Aquí les dejo el manifiesto contra la nueva ley del Gobierno.
1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia.
3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía.
4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural.
4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural.
5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista.
6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España.
9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas.
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